viernes, 7 de agosto de 2009

Narciso



¿Que podría ocultar esa mirada baja que da a aquel fluido cristal que refleja tu imagen? Tal ves un secreto que no quieres contarnos, tal ves tu vanidad, tu exceso de amor hacia ti mismo, tal ves muchas cosas tal ves…
Te ha dejado petrificado en una postura malversada y poco convencional. Mi querido humano ¿Cuántos amores tocaron tu corazón y ninguno logró tocar tus entrañas? ¿Cuántas mujeres habrían dado su alma por un roce de tus labios y ni siquiera una mirada les dedicaste? Mezquino, mezquino, solo amabas a un ser viviente, a un ser humano, a un único tu.
Húmeda imagen que idolatraste hasta tu muerte, cristalina voz que engaño tu mente, declarándote amor incondicional.
Ego malicioso, ego mal fundado, ego, nada más que ego. Se ha distorsionado tu realidad, se ha carcomido tu paisaje, se han opacado los colores, ya la gente ignora tu existencia. Se burlan, se mofan.
Te declaro amante de las aguas, señor de los reflejos, espejismo maravilloso que se cree verdad. La belleza de ese rostro que osaste mirar, que daríamos nosotros por tener una pizca de esa sensación, un poco de esa expresión.
Fuiste una oruga, pero la que nunca llegó a ser mariposa, fuiste niño, pero nunca llegaste a ser adulto. Quisiste ser un dios y no fuiste más mortal, quisiste ser eterno e infinito y te fundiste en una flor que nació sobre tus manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario